Con R de respeto

Conductas de los alumnos que, si los profesores toleran, llevan al fracaso escolar:

• Llegar tarde a clase a la entrada, después del recreo.
• No traer el material escolar. 
• No respetar a los compañeros (insultar, ridiculizar, gestos obscenos,...) 
• Cantar, silbar, reírse... molestando.
• Volverse hacia atrás o a los lados en clase.
• Golpear con los pies, dar palmadas, hacer ruido (sobre la mesa, objetos,...
• Discutir con los compañeros.
• Maltratar el material escolar y el mobiliario (ensuciar, pintar, romper,...)
• Pelearse con los compañeros (empujones, golpes, amenazas, agresiones,...)
• Enfados violentos, pérdida del control.
• Robar.
• No respetar al profesor.
• Desobedecer sistemáticamente las normas e instrucciones.
• Escaparse de algunas clases.
• Ponerse de pie, levantarse sin permiso en el desarrollo de las clases.
• Perder el tiempo continuamente.
• No atender a las explicaciones.
• Enfrentarse al profesor (contestar, encararse, discutir,...)
• Jugar en clase con otros compañeros. 
• No hacer los trabajos en clase.
• Insultar y mofarse de los compañeros de necesidades educativas especiales.
• Hablar mal de los compañeros (insultos, motes, difamaciones...) 
• No estudiar.
• Mostrar objetos, hacer gestos a los compañeros.
• Oponerse sistemáticamente a todas las indicaciones del profesor.
• No dejar trabajar a los compañeros en clase.
• Interrumpir las explicaciones /la clase con preguntas constantes, bromas, comentarios,...
• Gritar, alborotar
• Quitar, esconder, estropear, jugar... con el material de los compañeros
• Intentar llamar la atención alterando el desarrollo de la clase: hacerse
• Hablar, cuchichear con otros compañeros.
• Hacer mal uso, dañar las instalaciones (tirar papeles al suelo, pintar en las paredes...)
• No hacer las tareas para casa.
• Decir palabrotas y hacer gestos obscenos.

 

No por sabido, deja de ser necesario hacer un recordatorio, sencillo, tipo lista, de lo que es y no es respeto en educación. Las listas están enfocadas a la acción de profesor y profesora.

 

Según José María Lahoz García...
Educar a los Hijos seguros de sí mismos
Solo hijos...




Es señal de respeto...

 

Escuchar de forma atenta y activa.

 

Cuidar nuestro modo de vestir y nuestra higiene.
Hablar con corrección, sin expresiones grosetras o jergarias.
Hablar con un tono de voz moderado, no estridente.
Hablar bien de los que no están presentes.
Usar fórmulas de cortesía habituales, para pedir favores, para dar las gracias.
Confiar en su posibilidad de cambiar.
Ser puntual al comenzar y al acabar las clases.
Mantener siempre los compromisos.
Escuchar con atención sus explicaciones o disculpas.
Llamar a los alumnos y alumnas por su nombre de pila.
Tratarlos de manera afable.
Pensar bien de ellos, mientras no se demuestre lo contrario.
Mostrar aprecio y acogimiento en nuestras palabras y obras.
Interesarse por su estado de salud.
Darles oportunidades de rectificar.
Apreciar sus esfuerzos por mejorar.
Preparar a fondo las clases.
Tener consideración respecto a la carga de trabajo o calendarios de exámenes y trabajos.
Felicitar en público a quien ha hecho méritos.
Advertir de los errores en privado, sin que nadie lo oiga.
Guardar gran discrección sobre circunstancias personales de los alumnos, familiares, notas, enfermedades...


Es siempre una falta de respeto...

No escucharles con atención.
Tener un aspecto desastrado, chabacano o poco limpio.
Usar un tipo de lenguaje vulgar.
Hablar mal o de manera indiscreta de los que no están presentes.
Hablarles a gritos.
Usar apodos para llamarlos.
Improvisar las clases con cierta frecuencia.
Faltar a lo prometido o pactado.

Reñirles chillando en lugar de explicarles qué es lo que están haciendo mal y las consecuencias de sus actos.
Calificarlos de ineptos, mentirosos, tontos o cualquier otro calificativo, sea en público o en privado.
No pedirles disculpas cuando nos equivocamos, no darles las gracias, no saludarlos.

Ser cruel ante sus dificultades o problemas.
Manosearlos.
Escribir anotaciones en sus trabajos escritos de manera que desvirtúen significactivamente sus cualidades o su aspecto.
Tardar en devolver los exámenes o trabajos corregidos.
Despreciar globalmente sus trabajos o conducta.
Exigirles trabajos innecesarios o superfluos.
Permitir que se hable mal o de manera indiscreta de otros en nuestra presencia.
Reñirles o amonestarles en público salvo en circunstancias muy especiales.
Ponerles en evidencia delante de los demás.
Mantener un predominio de mal humor en las clases.
Ironizar sobre sus personas, sus gustos, sus amigos, su familia...