Una, dos, tres y cuatro. Cuatro medallas de oro. Y por medio, dos
récords del mundo. No son fruto de la casualidad, no es un simple
chasquido de dedos, un pestañeo instantáneo y adiós muy buenas. Mireia
Belmonte invierte entre ocho y diez horas diarias para alcanzar esa
excelencia. Piscina y pesas por la mañana, trabajo en seco y de nuevo en
agua por la tarde. De lunes a sábado. No, no es simple talento natural,
que también. Es disciplina al límite. Exigencia mayúscula. Querer más.
Sobre todo después de tres victorias en el 200 mariposa, en el 400
estilos y en el 800 libre. No afloja la nadadora española, estrella de
este Mundial de piscina corta, que ha conseguido su cuarta muesca dorada
en el 400 libre (3:55.76).
Insaciable de cloro, ya por la mañana saltó al abordaje de su cuarta
visita al ático del podio. En la sesión matinal, obtuvo la primera plaza
con el mejor tiempo, con 4:00.29. Seis segundos más que su actual
plusmarca mundial de la prueba, que por la tarde casi consigue superar.
Por la tarde, a la hora de la merienda, tras salir a escena con su
toalla cual fular, su auricular caído y su reggaeton a todo trapo, evidenció esa superación que corretea por su ser y que la hace única.
Y todo gracias a una prueba que dominó de principio a fin con un
ritmo demencial, que rayaba la marca planetaria en los primeros 200
metros. Siempre en cabeza, con sus remos a plena potencia, para ir
dejando en la estacada a Sharon van Rouwendaal. Llegada a meta, corazón
con las manos. Como el que añade a sus autógrafos.
(Fuente)
"Cada día es un día nuevo"
La perseverancia pese a todo:
el asma, la sensibilidad al cloro, las sombras de ánimo.
Londres 2012
¿Alergia o sensibilidad al cloro?
La perseverancia pese a todo:
el asma, la sensibilidad al cloro, las sombras de ánimo.
Londres 2012
¿Alergia o sensibilidad al cloro?
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